Educación Urbana

A pesar de que la educación rural chiapaneca tiene una suma muy alta de educación decadente, como en todos los lugares, “hay unos que están en peor, regular y buena situación”, así es también en este Estado.

Los que viven en ciudades tienen una probabilidad más de superarse, debido a que pertenecen a una ciudad donde se puede encontrar lo básico para desarrollarse como estudiantes de todos los niveles, Inicial, Preescolar, Primaria, Prepa y/o Licenciatura.

En este último, también hay que agradecer a los apoyos que una vez más desde que empezó su gobernatura (AMLO), ha apoyado a los jóvenes a superarse en cuanto a educación.

Cabe mencionar que la Escuela Benito Juárez ha dado un plus en el desarrollo estudiantil, aunque falta mucho por hacer. Hace falta la creación de mas escuelas como esta que aumente la probabilidad de un futuro mejor para los jóvenes.

La Ciudad Educadora es un nuevo modelo educativo urbano. Muchos piensan incluso que es el modelo de ciudad del futuro. Un patrón educativo de lo público. Desde hace ya muchos años son varias las polis que han intentado cimentar este tipo de organización basada en la formación, la promoción y el desarrollo educativo de todos y cada uno de sus habitantes.

Una estrategia de educación centrada en la televisión era la opción más viable en un contexto donde 45% de los estudiantes no tenía en su hogar un dispositivo tecnológico como computadora, laptop, tableta o teléfono inteligente con acceso a internet, pero está lejos de ser un sustituto efectivo para las clases presenciales.

Ni la televisión, ni ninguna otra tecnología, puede remplazar al maestro en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ni a
los compañeros en el desarrollo de habilidades sociales.

Los efectos negativos en los estudiantes probablemente serán mayores en países de bajo y medio ingreso como México, donde se ha acentuado la baja calidad de los servicios educativos y donde más niños se enfrentan a más barreras sociales y económicas en su
educación.

Las ciudades son escenarios donde conviven el pasado y el presente, las historias propias y las ajenas y, aunque todas ellas se parezcan, hay siempre elementos genuinos y adanistas que constituyen su propia idiosincrasia.

Como dice J. Carbonell (2015): “en estos territorios conviven el espacio privado de las relaciones más íntimas y familiares, el espacio comunitario de las redes vecinales y asociativas, y el espacio público de los seres desconocidos y anónimos”.

Los efectos negativos en los estudiantes probablemente serán mayores en países de bajo y
medio ingreso como México, donde se ha acentuado la baja calidad de los servicios
educativos y donde más niños se enfrentan a más barreras sociales y económicas en su
educación.

Las ciudades son escenarios donde conviven el pasado y el presente, las historias propias y las ajenas y, aunque todas ellas se parezcan, hay siempre elementos genuinos y adanistas que constituyen su propia idiosincrasia.

Como dice J. Carbonell (2015): “en estos territorios conviven el espacio privado de las relaciones más íntimas y familiares, el espacio comunitario de las redes vecinales y asociativas, y el espacio público de los seres desconocidos y anónimos”.

Algunos individuos están en la ciudad, pero no pertenecen a ella, están, como dice Rodríguez, en un “no-lugar, lo inhóspito” (J. Rodríguez,2001), por esta razón se debe luchar para gozar y disfrutar de lo que rodea al ser humano y no sólo malgastar el espacio y la vida identificando esta dimensión como un ambiente coyuntural para trabajar y dormir.
Consecuentemente, será necesario en las urbes un proceso democratizador y educador biunívoco que esté en concordancia con un proyecto político coherente y descentralizado donde se busque la proximidad ciudadana, el reconocimiento de las entidades barriales o vecinales y se creen estructuras ciudadanas de participación.
Es una pretensión totalizante y a la vez individual de un contexto determinado y determinante.